viernes, 3 de diciembre de 2010

Las Cosas que nunca nos diremos.

Querida Annie:

Las relaciones son…complicadas.

Uno creería que después de los mas de 2.000 años que tenemos aquí en la tierra, las cosas serían mas fáciles, resultarían de una forma mas placentera, pero a pesar de todo el tiempo que llevamos haciendo de todo, creando y transformando, las cosas siguen iguales, y la realidad es esa; después de tantos años seguimos siendo los mismos estúpidos, cometiendo los mismos errores, haciendo las mismas estupideces y peor aun, no haciendo algo al respecto.

Y bueno no se puede pedir mucho, si desde el comienzo del mundo, incluso antes de que la historia se partiera en dos, el amor o la idealización del amor, era suprimido, prohibido, y catalogado como algo poco productivo y eficiente para la humanidad. Entonces no podemos hacer mucho digo yo, pidiéndole a la gente que todo lo sepamos hacer bien, si solo hasta los 60’s se pudo conseguir una igualdad de sexos que buscara el amor como algo intrínseco e inherente del ser humano, y no como una especie de excusa para ser feliz, o procrear.

Entonces eso nos lleva al dia de hoy, donde todo es mas complicado, porque la gente hoy en dia es mas compleja, hay mas libertades de sexo, pensamiento, ideología, cultura, de todo. Lo mas chistoso es que todos seguimos siendo iguales en el fondo; unos seres sencillos y asustadizos, inconformes e inseguros, nos da pánico que nos hieran, -por eso creamos barreras y personalidades fuertes llenas de seriedad-, y con ese pánico, luego no sabemos como reaccionar frente a las cosas, frente a esa persona que nos gusta y que ciertamente ya nos ha dado miles de indirectas pero nosotros no lo hemos captado.

Entonces nos creamos una película, una historia de telenovela, incluyendo los dos nombres de pila de los personajes y los horribles zooms que hacen en las escenas. Nos imaginamos con una música de fondo caminando por algún campo creyendo que en la esquina encontraremos como caído del cielo a esa persona que tanto esperamos, y que quizás ya esta ahí, pero no nos hemos dado cuenta.

A veces pasa al revés. Sabemos que esa persona esta ahí, pero el o ella, no lo saben. O no lo quieren admitir, mejor dicho. Y entonces tu juegas con fuego todos los días, te quemas a diario, para que esa persona, siendo lo increíblemente timida que es, se de cuenta que ese uno que es el (o ella), se puede sumar a ti y crear ahí si, esas historias locas de las que Hollywood te ha llenado el cerebro.

Pero por más que te juegues todos los días, con detalles y comentarios, esas cosas parecen no ser suficiente, porque como seres humanos siempre esperamos mas, y es irónico porque sabemos que no somos perfectos entonces no deberíamos exigir algo que nosotros sabemos no lo haríamos. Yo se lo difícil que es decir un te amo. Esas cosas no se dicen a diario, porque uno no quiere salir lastimado, así que espera y espera encontrar la persona, y luego el momento indicado para decirlo. –o si, porque también queremos que haya algo de magia en nuestras vidas-.

¿Pero y que pasa, si la persona ya la encontraste?, y no lo sabes porque sigues esperando a una señal estilo apocalíptica que te marque el camino con letreros y se ilumine el lugar cuando llegue.

O que si ya la encontraste, pero esperas y esperas para decirle eso que te mueres por preguntar, y de pronto nunca llega el momento, porque esa persona ya no está.

¿Qué pasa si se encuentran varios años después, y se enteran de que lo que sintieron hoy era mutuo, pero nunca, nunca se lo dijeron?, y ahora ambos están comprometidos de otra forma con el destino.

Je. Esas cosas pasan.

Y entonces, ojala Annie, nunca te pasen. Ojala si alguien gusta de ti, tenga los pantalones bien puestos para decírtelo. Porque una vida sin jugársela, no es vida. Y si de pronto, tu eres la de los pantalones, jugatela. Nunca te quedes con un Y si…, porque eso es lo peor del mundo. Quizas te hieras en el camino, y existan varios amores no correspondidos, pero por lo menos creceras mas fuerte y tendrás la seguridad de saber que hubiera pasado si lo hubieras dicho. No te arrepientas, los arrepentimientos son errores de los que uno no quiere aprender. Y si encuentras a alguien, en ese mismo dilema emocional, de esas palabras perdidas en el silencio, de esos destiempos, de esas indirectas que no tienen llegada final, ya tu sabes, que decirle.

Hasta pronto.

Matilda.

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